La política, sus hechos y sus definiciones se entienden y explican si se parte de la premisa de que tienen como fin supremo la obtención del poder y su conservación. La conducta de sus actores es la interpretación de un rol o papel. Son actores en sentido literal y metafórico que, por encima de ideologías, mandatos populares, convicciones y religiones, construyen y ejecutan un personaje para acumular poder. Desde esta perspectiva es que mejor se puede entender el acontecer político. Un actor político analiza las posibilidades, ya sea por razonamiento, consejo de asesores o por intuición, y, en función de las oportunidades, va erigiendo su personaje. Por ese motivo, no es extraño que, con el tiempo, cambien de posiciones, ya sea de manera sutil o abrupta, en función de las coyunturas. Más que representar a los ciudadanos, representan un guión y desempeñan el papel que les toca en el teatro político. Mantienen acaloradas discusiones en público, mientras que, en privado, pueden tener cálidas relaciones de poder.
Esta interpretación es meramente descriptiva; no emitimos juicios de valor. No nos interesa cómo debería ser la política, sino cómo es.
Por eso, la política es un conjunto de escenas. Por eso construimos Escena Política: para contar y analizar el poder delante y detrás del telón.
Contamos, analizamos y opinamos. Las conclusiones serán del lector.
