Kicillof (ya) no es el kirchnerismo
- Redacción Escena Politica
- hace 3 días
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La contundente victoria de la lista del gobernador deja muchas lecturas. Una de las más interesantes es la composición de su voto y la territorialidad de donde provienen. La interna del peronismo bonaerense comenzó a cerrarse a partir de una elección exitosa, construida por el gobernador y los intendentes que lo acompañan. Esto ocurrió en contra de la voluntad de Cristina, quien lo atacó abiertamente y le demoró hasta los últimos minutos la posibilidad de desdoblar la elección pero, finalmente, Kicillof logró imponer el desacople electoral respecto de las elecciones nacionales del 26 de octubre. No obstante, la ex presidente , tras aceptar la decisión, manifestó que se trataba de un error que llevaría al peronismo a la derrota.

Con los resultados del domingo se puede decir que con audacia y decisión, el gobernador bonaerense desafió el mandato de su mentora política y se impuso con una victoria que no admite el menor cuestionamiento interno. El domingo, en La Plata, quedaba claro que entre las huestes camporistas el triunfo tenía un sabor amargo por lo que implicaba en la interna bonaerense. La propia CFK, en su mensaje de saludo a la militancia, le otorgó un rol secundario al gobernador, licuandolo en las felicitaciones y poniéndolo al mismo nivel que Wado de Pedro, Mayra Mendoza y su hijo Máximo.
La composición del escenario montado frente al Teatro Argentino de La Plata mostraba con claridad la realidad que transita el peronismo de la provincia de Buenos Aires: cada vez más sectores se alinean con el gobernador, mientras que el cristinismo, paulatinamente, va quedando en soledad. Intendentes, dirigentes de la CGT y la CTA, además de referentes sociales y políticos, se inclinan en respaldo a Kicillof frente a la interna que le plantea Cristina Fernández de Kirchner. Incluso Sergio Massa comienza a virar hacia una alianza con el mandatario bonaerense.
Pero no sólo la interna favorece a Axel Kicillof. La composición del electorado que supo construir desde 2019 parece sugerir que el gobernador logra llegar a sectores vedados al kirchnerismo desde hace muchos años. Es que el titular del sillón de Rocha no gana únicamente en el conurbano bonaerense —tradicional bastión kirchnerista—, sino que hace tiempo cosecha triunfos en la mayoría del interior provincial. Ese territorio —en donde el agro es predominante— posee una fisonomía, una composición económica y una idiosincrasia mucho más parecida a Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos que a la tercera sección electoral de La Matanza.
Eso sugiere que, quizás, Kicillof pueda romper el techo electoral que se consolidó encima de Cristina Kirchner en la última década. Claramente lo pudo hacer en su provincia y todo indica que intentará replicarlo a nivel nacional. Su relación con los gobernadores de Córdoba y Santa Fe es una pista de cómo piensa su armado. El domingo, desde un atril que rezaba “Sumar Fuerzas”, expresó con claridad que irá a buscar consensos dentro y fuera del peronismo.
Y es eso lo que, quizás, más lo diferencia del cristinismo en la actualidad: mientras Cristina mantiene un liderazgo cada vez más encerrado en su propio espacio político, Kicillof exhibe hoy la capacidad de ampliar su base de apoyo. Su disposición a entablar acuerdos y consensos con distintos sectores, tanto dentro como fuera del peronismo, lo coloca en una posición privilegiada para construir una propuesta nacional más inclusiva y abarcativa. Con una mirada pragmática y un perfil más abierto al diálogo, el gobernador bonaerense tiene la oportunidad de fortalecer su liderazgo y generar una alternativa capaz de integrar a diversos actores del ámbito político y social.
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